PRUEBA Nº 13 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN .
¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?
I.- INTRODUCCIÓN
Repasemos y retengamos estas fechas: Jaime I conquista la ciudad de Valencia el 9 de Octubre de 1238 y el primer libro impreso en España fue Obres o trobes en lahors de la Verge Maria, del impresor Lambert Palmart, que vio la luz en la ciudad de Valencia en 1474 y lo fue en lengua valenciana. Esto significa que los libros y toda la documentación oficial o privada que se escribían anterior a la imprenta lo eran a mano por copistas o amanuenses.
El esplendor literario de la Valencia musulmana desde el siglo X (faltaban 3 para la Conquista de Valencia) fue el origen de la gran producción libraria del nuevo reino cristiano y del inmediato siglo de Oro de la lengua valenciana.
Un ejemplo de esa producción libraría valenciana a mano, tal como vimos en capítulos anteriores, fue San Pedro Pascual que escribió en lengua valenciana su obra doctrinal y teológica denominada Biblia Parva en el mismo siglo de la Conquista de Valencia.
Otro ejemplo es el “Epistolare Valentinum” que contiene lecturas bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamento que está escrito tanto en latín como en valenciano también en pleno siglo XIII.
II.- NUESTRO CÓDIGO DAVINCI. NUEVAS PRUEBAS DEL VALENCIANO DEL SIGLO XIII Y XIV.
“Les virtuts de la mesura, la temprança y la pertinença" podría ser el título de dos importantísimos manuscritos recientemente descubiertos por el departamento de Conservación y Restauración de Textiles del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana.
María Gertrudis Jaén Sánchez, del departamento de Conservación y Restauración de este Instituto Oficial ya nos advierte de la importancia del hallazgo que lo enmarca “la rica biblioteca del Monaterio de Valldecrist, en el contexto, todo ello, de la temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia”, manifestaciones que demostrarían que estos textos son coincidentes en el tiempo a la sociedad valenciana de la reconquista que mantenía un sustrato mozárabe (cristianos bajo el islam) que hablaban y escribían en lengua valenciano.
El Instituto Valenciano de Conservación ha descubierto sendos manuscritos ocultos en el interior de dos casullas (indumentaria litúrgica cristiana) pertenecientes a los siglos XIII-XIV. "Debajo del escapulario bordado, que es la zona bordada con imaginería, aparecía un texto oculto a los ojos del espectador y del que se desconocía su existencia", comenta la experta.
“Escrito en valenciano, en papel, con las iniciales en rojo y cuerpo de la caja de texto en negro -que cubre toda la zona del escapulario-, su contenido indica que es una obra de carácter moralizante, que en la parte que hemos podido leer: capítulos XXV, XXX y XXXI, se refiere a las virtudes de la mesura, la temprança y la pertinença". El texto, por tanto, dice Jaén Sanchez, “se adscribe a la familia de obras comunes en la época medieval que recogen los dichos de autores clásicos, de los Santos Padres o de la Sagrada Escritura sobre la conducta a seguir por el cristiano".
A la transcendencia del hallazgo de un manuscrito “de la temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia” como dice la experta, se une la curiosa circunstancia de que ambas casullas “gemelas” no aparecieron en el mismo lugar. Una de ellas fue cedida por la Hispanic Society de New York para una exposición de la sedería valenciana de los siglos XIII al XV sin conocer la existencia del manuscrito oculto. La otra casulla hermana proviene de la Cartuja de Valldecrist de Segorbe, que se encuentra en el Museo Catedralicio de Segorbe.
“La sorpresa ya fue mayúscula cuando practicando las mismas exhaustivas pruebas, radiografías y análisis a la pieza segorbina, los expertos hallaron nuevamente otro manuscrito similar oculto debajo de un escapulario bordado de la casulla", añade.
El estudio radiográfico permitió conocer el método de elaboración, es decir, cómo se tejieron y bordaron así como la distribución de los hilos metálicos, amén de comprobar que los materiales son contemporáneo también a los textiles de las casullas y enmarca los detalles con tintas que se utilizaron entre los siglos XIII y XV.
III.- CONCLUSIÓN
Aparecen nuevos textos enmarcados en la época de la construcción del nuevo Reino cristiano de Valencia en el que la lengua de culto era el latín pero la auténtica lengua de oración y comunicación social era la lengua valenciana, la misma que en 1261 obligó a Jaime I a traducir “ad linguam planam” y “romanç” els Furs valencians para que fuera entendido por una sociedad que hablaba romance valenciano. Estas dos casullas demuestran que esa “temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia” de la que habla la experta Jáen Sanchez lo era en lengua valenciana, lo que serviría para cimentar una época de esplendor literario con nuestro Siglo de Oro y que produciría la primera impresión mecánica de un libro en España, también en lengua valenciana.
¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?
I.- INTRODUCCIÓN
Repasemos y retengamos estas fechas: Jaime I conquista la ciudad de Valencia el 9 de Octubre de 1238 y el primer libro impreso en España fue Obres o trobes en lahors de la Verge Maria, del impresor Lambert Palmart, que vio la luz en la ciudad de Valencia en 1474 y lo fue en lengua valenciana. Esto significa que los libros y toda la documentación oficial o privada que se escribían anterior a la imprenta lo eran a mano por copistas o amanuenses.
El esplendor literario de la Valencia musulmana desde el siglo X (faltaban 3 para la Conquista de Valencia) fue el origen de la gran producción libraria del nuevo reino cristiano y del inmediato siglo de Oro de la lengua valenciana.
Un ejemplo de esa producción libraría valenciana a mano, tal como vimos en capítulos anteriores, fue San Pedro Pascual que escribió en lengua valenciana su obra doctrinal y teológica denominada Biblia Parva en el mismo siglo de la Conquista de Valencia.
Otro ejemplo es el “Epistolare Valentinum” que contiene lecturas bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamento que está escrito tanto en latín como en valenciano también en pleno siglo XIII.
II.- NUESTRO CÓDIGO DAVINCI. NUEVAS PRUEBAS DEL VALENCIANO DEL SIGLO XIII Y XIV.
“Les virtuts de la mesura, la temprança y la pertinença" podría ser el título de dos importantísimos manuscritos recientemente descubiertos por el departamento de Conservación y Restauración de Textiles del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana.
María Gertrudis Jaén Sánchez, del departamento de Conservación y Restauración de este Instituto Oficial ya nos advierte de la importancia del hallazgo que lo enmarca “la rica biblioteca del Monaterio de Valldecrist, en el contexto, todo ello, de la temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia”, manifestaciones que demostrarían que estos textos son coincidentes en el tiempo a la sociedad valenciana de la reconquista que mantenía un sustrato mozárabe (cristianos bajo el islam) que hablaban y escribían en lengua valenciano.
El Instituto Valenciano de Conservación ha descubierto sendos manuscritos ocultos en el interior de dos casullas (indumentaria litúrgica cristiana) pertenecientes a los siglos XIII-XIV. "Debajo del escapulario bordado, que es la zona bordada con imaginería, aparecía un texto oculto a los ojos del espectador y del que se desconocía su existencia", comenta la experta.
“Escrito en valenciano, en papel, con las iniciales en rojo y cuerpo de la caja de texto en negro -que cubre toda la zona del escapulario-, su contenido indica que es una obra de carácter moralizante, que en la parte que hemos podido leer: capítulos XXV, XXX y XXXI, se refiere a las virtudes de la mesura, la temprança y la pertinença". El texto, por tanto, dice Jaén Sanchez, “se adscribe a la familia de obras comunes en la época medieval que recogen los dichos de autores clásicos, de los Santos Padres o de la Sagrada Escritura sobre la conducta a seguir por el cristiano".
A la transcendencia del hallazgo de un manuscrito “de la temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia” como dice la experta, se une la curiosa circunstancia de que ambas casullas “gemelas” no aparecieron en el mismo lugar. Una de ellas fue cedida por la Hispanic Society de New York para una exposición de la sedería valenciana de los siglos XIII al XV sin conocer la existencia del manuscrito oculto. La otra casulla hermana proviene de la Cartuja de Valldecrist de Segorbe, que se encuentra en el Museo Catedralicio de Segorbe.
“La sorpresa ya fue mayúscula cuando practicando las mismas exhaustivas pruebas, radiografías y análisis a la pieza segorbina, los expertos hallaron nuevamente otro manuscrito similar oculto debajo de un escapulario bordado de la casulla", añade.
El estudio radiográfico permitió conocer el método de elaboración, es decir, cómo se tejieron y bordaron así como la distribución de los hilos metálicos, amén de comprobar que los materiales son contemporáneo también a los textiles de las casullas y enmarca los detalles con tintas que se utilizaron entre los siglos XIII y XV.
III.- CONCLUSIÓN
Aparecen nuevos textos enmarcados en la época de la construcción del nuevo Reino cristiano de Valencia en el que la lengua de culto era el latín pero la auténtica lengua de oración y comunicación social era la lengua valenciana, la misma que en 1261 obligó a Jaime I a traducir “ad linguam planam” y “romanç” els Furs valencians para que fuera entendido por una sociedad que hablaba romance valenciano. Estas dos casullas demuestran que esa “temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia” de la que habla la experta Jáen Sanchez lo era en lengua valenciana, lo que serviría para cimentar una época de esplendor literario con nuestro Siglo de Oro y que produciría la primera impresión mecánica de un libro en España, también en lengua valenciana.
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