"–A serlo –replicó el paje–, forzosamente había de ser por ventura. Pero has de saber, Preciosa, que ese nombre de poeta muy pocos le merecen; y así, yo no lo soy, sino un aficionado a la poesía. Y para lo que he menester, no voy a pedir ni a buscar versos ajenos: los que te di son míos, y éstos que te doy agora también; mas no por esto soy poeta, ni Dios lo quiera.
"–¿Tan malo es ser poeta? –replicó Preciosa.
"–No es malo –dijo el paje–, pero el ser poeta a solas no lo tengo por muy bueno. Hase de usar de la poesía como de una joya preciosísima, cuyo dueño no la trae cada día, ni la muestra a todas gentes, ni a cada paso, sino cuando convenga y sea razón que la muestre. La poesía es una bellísima doncella, casta, honesta, discreta, aguda, retirada, y que se contiene en los límites de la discreción más alta. Es amiga de la soledad, las fuentes la entretienen, los prados la consuelan, los árboles la desenojan, las flores la alegran, y, finalmente, deleita y enseña a cuantos con ella comunican.
"–Con todo eso –respondió Preciosa–, he oído decir que es pobrísima y que tiene algo de mendiga.
"–Antes es al revés –dijo el paje–, porque no hay poeta que no sea rico, pues todos viven contentos con su estado: filosofía que la alcanzan pocos. Pero, ¿qué te ha movido, Preciosa, a hacer esta pregunta?
"–Hame movido –respondió Preciosa– porque, como yo tengo a todos o los más poetas por pobres, causóme maravilla aquel escudo de oro que me distes entre vuestros versos envuelto; mas agora que sé que no sois poeta, sino aficionado de la poesía, podría ser que fuésedes rico, aunque lo dudo, a causa que por aquella parte que os toca de hacer coplas se ha de desaguar cuanta hacienda tuviéredes; que no hay poeta, según dicen, que sepa conservar la hacienda que tiene ni granjear la que no tiene."
Fragmento de: La Gitanilla (Miguel Cervantes Saavedra)
A mi gitanilla:
Y estaré allí donde ya nada vale nada
hasta que algún día una dulce gitanilla,
con mocos y pecas en la cara,
limpie con su manga grasienta
la suciedad que la sociedad pegó a mi alma;
y volveré a ser un juguete reluciente de amor y de alegría
hasta que algún día una dulce gitanilla,
con mocos y pecas en la cara,
limpie con su manga grasienta
la suciedad que la sociedad pegó a mi alma;
y volveré a ser un juguete reluciente de amor y de alegría
Jeús
A tu lado mi vida se tornara grave y serena como un vespertino trozo de paisaje en el agua,
ResponderEliminarla ebullicion sonora de aquel primer aroma primaveral,se evaporara lentamnete en su fragua
Tus versos de poeta son de oro,de cristal,de plata
rememora un canto lejano...
En tu poesia hay un eco de sonata del suave tocar de violin gitano.
A tu lado jugare en el nido de tu boca,
tu fina poesia es ritmo ufano
que me recuerda una fuente loca
y el sonar del violin gitano
son limpidas
son sonoras
son cristalinas las notas de tus versos lejanos...
att. Rom