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viernes, 3 de febrero de 2012

Argumento nº XIII contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)





PRUEBA Nº 13 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN .

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?

I.- INTRODUCCIÓN

Repasemos y retengamos estas fechas: Jaime I conquista la ciudad de Valencia el 9 de Octubre de 1238 y el primer libro impreso en España fue Obres o trobes en lahors de la Verge Maria, del impresor Lambert Palmart, que vio la luz en la ciudad de Valencia en 1474 y lo fue en lengua valenciana. Esto significa que los libros y toda la documentación oficial o privada que se escribían anterior a la imprenta lo eran a mano por copistas o amanuenses.

El esplendor literario de la Valencia musulmana desde el siglo X (faltaban 3 para la Conquista de Valencia) fue el origen de la gran producción libraria del nuevo reino cristiano y del inmediato siglo de Oro de la lengua valenciana.

Un ejemplo de esa producción libraría valenciana a mano, tal como vimos en capítulos anteriores, fue San Pedro Pascual que escribió en lengua valenciana su obra doctrinal y teológica denominada Biblia Parva en el mismo siglo de la Conquista de Valencia.

Otro ejemplo es el “Epistolare Valentinum” que contiene lecturas bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamento que está escrito tanto en latín como en valenciano también en pleno siglo XIII.

II.- NUESTRO CÓDIGO DAVINCI. NUEVAS PRUEBAS DEL VALENCIANO DEL SIGLO XIII Y XIV.

“Les virtuts de la mesura, la temprança y la pertinença" podría ser el título de dos importantísimos manuscritos recientemente descubiertos por el departamento de Conservación y Restauración de Textiles del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana.

María Gertrudis Jaén Sánchez, del departamento de Conservación y Restauración de este Instituto Oficial ya nos advierte de la importancia del hallazgo que lo enmarca “la rica biblioteca del Monaterio de Valldecrist, en el contexto, todo ello, de la temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia”, manifestaciones que demostrarían que estos textos son coincidentes en el tiempo a la sociedad valenciana de la reconquista que mantenía un sustrato mozárabe (cristianos bajo el islam) que hablaban y escribían en lengua valenciano.

El Instituto Valenciano de Conservación ha descubierto sendos manuscritos ocultos en el interior de dos casullas (indumentaria litúrgica cristiana) pertenecientes a los siglos XIII-XIV. "Debajo del escapulario bordado, que es la zona bordada con imaginería, aparecía un texto oculto a los ojos del espectador y del que se desconocía su existencia", comenta la experta.

“Escrito en valenciano, en papel, con las iniciales en rojo y cuerpo de la caja de texto en negro -que cubre toda la zona del escapulario-, su contenido indica que es una obra de carácter moralizante, que en la parte que hemos podido leer: capítulos XXV, XXX y XXXI, se refiere a las virtudes de la mesura, la temprança y la pertinença". El texto, por tanto, dice Jaén Sanchez, “se adscribe a la familia de obras comunes en la época medieval que recogen los dichos de autores clásicos, de los Santos Padres o de la Sagrada Escritura sobre la conducta a seguir por el cristiano".

A la transcendencia del hallazgo de un manuscrito “de la temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia” como dice la experta, se une la curiosa circunstancia de que ambas casullas “gemelas” no aparecieron en el mismo lugar. Una de ellas fue cedida por la Hispanic Society de New York para una exposición de la sedería valenciana de los siglos XIII al XV sin conocer la existencia del manuscrito oculto. La otra casulla hermana proviene de la Cartuja de Valldecrist de Segorbe, que se encuentra en el Museo Catedralicio de Segorbe.

“La sorpresa ya fue mayúscula cuando practicando las mismas exhaustivas pruebas, radiografías y análisis a la pieza segorbina, los expertos hallaron nuevamente otro manuscrito similar oculto debajo de un escapulario bordado de la casulla", añade.

El estudio radiográfico permitió conocer el método de elaboración, es decir, cómo se tejieron y bordaron así como la distribución de los hilos metálicos, amén de comprobar que los materiales son contemporáneo también a los textiles de las casullas y enmarca los detalles con tintas que se utilizaron entre los siglos XIII y XV.

III.- CONCLUSIÓN

Aparecen nuevos textos enmarcados en la época de la construcción del nuevo Reino cristiano de Valencia en el que la lengua de culto era el latín pero la auténtica lengua de oración y comunicación social era la lengua valenciana, la misma que en 1261 obligó a Jaime I a traducir “ad linguam planam” y “romanç” els Furs valencians para que fuera entendido por una sociedad que hablaba romance valenciano. Estas dos casullas demuestran que esa “temprana circulación libraría en el ámbito del recién creado Reino de Valencia” de la que habla la experta Jáen Sanchez lo era en lengua valenciana, lo que serviría para cimentar una época de esplendor literario con nuestro Siglo de Oro y que produciría la primera impresión mecánica de un libro en España, también en lengua valenciana.

Argumento nº XII contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)



ARGUMENTO Nº 12 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN

I.- ¿POR QUÉ SE PARECEN EL VALENCIANO Y EL CATALÁN? ¿POR QUÉ NO SON LA MISMA LENGUA?

Es habitual escuchar que la lengua valenciana es el catalán porque son iguales. ¿Y por qué no al revés? Pues ni aun así sería cierto. Lo que no podemos negar es que el valenciano y catalán actual son lenguas cada vez más parecidas por la sencilla razón de que ambas cada vez se alejan más de la que se hablaban a principios del siglo XX. El valenciano que hablamos hoy a principios del siglo XXI huye por imperativos políticos del valenciano popular y tradicional de nuestros abuelos y bisabuelos de principios del siglo XX, ese sí, un valenciano totalmente estructurado como idioma, con una ortografía, gramática y una fonética que nada tenía que ver con el catalán.

La razón de la falsedad de que valenciano y catalán sean la misma lengua estriba en que tal comparación omite el hecho capital de que ese catalán y ese valenciano de hoy “tan similares” son lenguas en gran parte artificiales, producto de “normalizaciones” políticas que no buscan otra cosa que estandarizar un habla común para Cataluña y Valencia traicionando la raíz, estructura, fonética y tradición oral y literaria.

La manipulación política busca que ambas lenguas se sujeten a las "Normes de Castello" de 1932 para fundirse en una sola: un valenciano catalanizado que haga de la lengua madre (la valenciana) precisamente lo contrario que es y ha sido para convertirla en un falso dialecto del catalán.

Lo interesante, lo productivo, sería comparar las lenguas valenciana y catalana antes del proceso de “normalitzacio”, es decir, lo que hablaba el pueblo y escribían los eruditos antes de que los políticos metieran su nariz en el pastel.

II.- ORIGEN DE LA TEORIA DE LA UNIDAD DE LA LENGUA

La aproximación e identificación del valenciano y catalán tiene su origen en los movimientos románticos de finales del siglo XIX y XX que dieron luz a las teorías nacionalistas de uno u otro signo. Por encima de la historia y el derecho se utiliza y manipula la tradición con una serie de objetivos políticos precisos. Un ejemplo de ello fue la Alemania nazi que justificó la “unidad de la lengua” para la anexión de los Sudetes y Austria. En estas teorías bebió el filo-nazi catalán, Pompeu Fabra, un ingeniero que, pese a no tener conocimientos de lingüística, tuvo claro que el organizar un progresivo proceso de unificación lingüístico del catalán, valenciano y balear serviría como argumento “romántico” para proponer un modelo de nueva nación, la catalana, bajo la denominación de “Paissos Catalans”.

Y como veíamos en nuestro anterior argumento, Pompeu Fabra, el supuesto “padre” de la “Nació Catalana se puso manos a la obra y en su laboratorio construyó sobre la lengua catalana que se hablaba entonces una versión “culta” que se incorporó a su “Diccionario de la Lengua Catalana” elevando su adaptación a la falsa categoría de “académica”.

Nadie, absolutamente nadie a lo largo de 5 siglos y hasta la "Renaixença" (el Renacimiento catalán, mediados del s. XIX, movimiento tanto político como literario), a nadie se le había ocurrido que el catalán y el valenciano (y también el mallorquín) fueran la misma lengua. Por el contrario, el consenso científico durante siglos había sido que las tres lenguas procedían del llemosí, una especie de romance derivado del latín en cuya construcción había tenido un gran protagonismo, el mayor y primer protagonismo, la lengua valenciana, con mayor número de usuarios y con la primera y mayor producción literaria.

El consenso científico sobre la diversidad lingüística antes del proceso “normalizador” de principios del siglo XX la sostuvieron insignes lexicógrafos como Cavanilles o Covarrubias (que vivió tanto en Barcelona como en Valencia); escritores como Cervantes; reyes como Felipe II, que disponía de un traductor de lengua valenciana (el marqués de Denia) para los documentos oficiales, y un sinfín de nombres más, todos anteriores a la Renaixença, o sea, anterior a la política nacionalista catalana y pancatalanista inspirada por la unificación de Italia y el pangermanismo alemán.

III.- OTRA VEZ, LA HISTORIA VENCE A LA FILOLOGÍA POLÍTICA O A LA FALSA INGENIERIA FILOLÓGICA.

Pero la historia delata a la mentira supuestamente filológica sostenida por el nacionalismo catalanista:

1.-¿Cómo es posible que un supuesto dialecto como dicen que es la lengua valenciana haya conocido un Siglo de Oro (Joanot Martorell, Ausias March, Sor Isabel de Villena, Jaume Roig, Roig de Corella, Vicente i Bonifaci Ferrer…) anterior en varios centenares de años al de su madre (supuestamente la catalana).

2.- ¿Cómo es posible que sea el supuesto dialecto valenciano el que haya producido la primera biblia vernácula en España?

3.- ¿Cómo es posible que sea el supuesto dialecto valenciano el que tenga reconocida su denominación de “valenciá”, “valentiana lingua”, “romanç valenciá” con un siglo de anterioridad a la que dice ser origen de dicho dialecto?

4.- ¿Cómo es posible que sea el supuesto dialecto valenciano y no la falsa lengua madre catalana el que fuera hablado por los Papas valencianos que recurrían a intérpretes para entender documentos catalanes?

5.- ¿Cómo es posible que sea el supuesto dialecto valenciano y no la falsa lengua madre catalana la que diera origen a la primera imprenta peninsular y que esta se ubicara en Valencia, o que la primera fábrica de papel lo hiciera en Játiva?

6.- ¿Cómo es posible que sea el supuesto dialecto valenciano el que conociera la edición del primer diccionario bilingüe impreso de una lengua románica (Liber elegantiarum, escrit en latina et valentiana lingua, 1489)?

Con independencia de que todas estas preguntas tienen su repuesta en la historia, siempre a favor de la lengua valenciana, el más elemental sentido común nos ha de hacer ver que la supuesta unidad o identidad lingüística del valenciano y catalán es una falsedad o manipulación que tiene una finalidad política y no es más que el producto de una gran obra de ingeniería social para subvertir la historia, la filología, la sociología y el derecho con la construcción progresiva de una sola lengua para justificar con ello una nueva unidad territorial y política que subvierta y vulnere la actual realidad nacional sobre la que se asienta nuestro estado constitucional.

ANEXO I.- Principales MODIFICACIONES que realizó Pompeu Fabra para la unidad lingüística. (idioma valenciá)

El ingeniero Pompeu Fabra, con idéntico paralelismo político que el nacionalismo romántico alemán, suprimió de un plumazo haches intercaladas y finales, cambió la conjunción y por i, suprimió el uso de los grupos tg y tj en final de palabra, excomulgó el dígrafo africado ch en beneficio de una fricativa x, adoptó las eles germinadas (l.l) como sustituto de prácticamente todas las elles (ll), prefirió amb a en, cambió en todos los sufijos -isar la s por tz, etc.); porque sí, introdujo acentos gráficos nuevos (antiguamente ni el catalán ni el valenciano se acentuaban.

Por lo que una normalización tiene de capricho político, todo ejercicio comparativo de ambas lenguas, tanto gramático o sintáctico como lexicográfico, ha de beber pues en fuentes anteriores. Y entonces los parecidos entre ellas, como por ensalmo, se desvanecen. ¿Ejemplos? Baste considerar que incluso tras la normalización el principal verbo de un idioma (el verbo ser) se conjuga y pronuncia de modo diferente en valenciano que en catalán, o que uno usa el verbo estar para significar "estar" (ya estic aci) y el otro, en cambio, el verbo ser para significar también "estar" (ja soc aquí); que los números se escriben y pronuncian de modo diverso (dos / dues, huit / vuit, deneu / dinou, millo / milio); que los pronombres no son iguales (mosatros, vosatros / nosaltres, vosaltres); que los artículos son distintos (este / aquest, eixe / [sin equivalente]); que muchas preposiciones no se parecen (en / amb, en / a); etc.

ANEXO II.- ULTIMOS ARGUMENTOS CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN.


FOTO: La Biblia Valenciana fue la primera Biblia impresa en lengua valenciana, entre 1477 y 1478, y la tercera del mundo en una lengua moderna. Fue traducida por el valenciano Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente Ferrer, a principios del siglo XV.

Argumento nº XI contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)



ARGUMENTO Nº 11 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?

Abundando en los tópicos y mentiras del catalanismo que niega cualquier autoridad sobre la lengua que no sea la de la filología, vamos a ver –sin mayores esfuerzos- como su propio mandamiento se vuelve contra ellos.

Dicen que la ciencia que estudia las lenguas es la filología. Ello es cierto. Pero tan cierto como que docenas de filólogos sostienen que el valenciano es anterior al catalán. Y tan cierto como que la lengua tiene una vertiente histórica, otra sociológica, otra jurídica y otra política que se estudia en estas especialidades.
¿Por qué niegan los catalanistas la autoridad de la historia y de los historiadores sobre la lengua? Pues por la sencilla razón de que la historia es el gran argumento que desmonta las mentiras de la filología cuando miente.

LOS GRANDES FILÓLOGOS DEL CATALANISMO (¿?)

El catalanismo y la propia lengua catalana es un producto moderno. El catalanismo erige como grandes constructores de la lengua catalana moderna a los catalanes Pompeu Fabra y a Prat de la Riba, el primero, autor del “Diccionario General de la lengua catalana” fue un eminente “ingeniero industrial conocido por haber establecido la normativa moderna de la lengua catalana” http://es.wikipedia.org/wiki/Pompeu_Fabra . Resulta que el eminente “filólogo” y “máxima autoridad” del catalán moderno era ingeniero. ¿En qué quedamos? Me puede alguien decir donde reside la dimensión física o matemática de las lenguas? Pues en eso, en el ingenio que tienen algunos para sacarse de la manga y del laboratorio una lengua sin tradición literaria sobre la que construir todo un artificio político y sobre la que cimentar un nuevo discurso nacionalista. Pura ingeniería.

El segundo en cuestión y padre de la patria es Prat de la Riba otro eminente “filólogo” que era periodista y que se dedicó a la política http://es.wikipedia.org/wiki/Enric_Prat_de_la_Riba y que fundó y fue primer presidente del Institut d´Estudis Catalans, que desde entonces tiene la autoridad académica sobre la lengua catalana. ¿Pero qué hace un periodista de académico de la lengua? Pues exactamente lo mismo que aquí en nuestra novedosa y pancatalanista Academia Valenciana de la Lengua (AVL), compuesta de eminentes catalanistas, médicos, periodistas….y que según el propio Institut d´Estudis Catalans –y esto sí es cierto- “en la Comunidad Valenciana se rigen por las normas de AVL que son de hecho las mismas que las del IEC (Institut d´Estudis Catalans) o normas de Castellón” http://es.wikipedia.org/wiki/Instituto_de_Estudios_Catalanes.

LA HISTORIA CONTRA LA FILOLOGÍA

Los catalanistas se atrincheran en la filología despreciando cualquier argumento o prueba empírica que no venga de esta por muy científica que sea. Pero la Filología ya no es unánime porque mucha de ella está erigida sobre la mentira.

Uno de los más eminentes mentirosos filólogos valencianos es el venerado por la progresía, el castellonense Gemá Colón, licenciado en esta especialidad por la Universidad de Barcelona en 1951.

Llama la atención como, pese a licenciarse en el 51 en su curriculum no aparecen obras suyas hasta 1976 http://es.wikipedia.org/wiki/Germ%C3%A0_Col%C3%B3n . ¿Saben por qué? Pues porqué D. Germán cambió de parecer científico a lo largo de su sabiduría y, parece ser, vivió en el pecado de la ignorancia pese a haberse licenciado en filología hasta que, al final, descubrió la luz de la verdad que le revelaron los diferentes cargos, premios y honores del catalanismo. En uno de sus inéditos trabajos que nos descubre la historia, esa ciencia que los filólogos quieren esquivar y que resulta tan machacona y reveladora, descubrimos uno con el título “El valenciano” fechado en 1953 de nuestro eminente filólogo antes de convertirse al neocatalanismo, en el que literalmente dice: "es sabido que la lengua de aquellos moros que quedaron en Valencia no era ya el árabe, sino un habla neolatina, y es evidente que ese romance no pudo inmediatamente ser suplantado. Resulta, pues, casi inverosímil, aceptar esta rápida asimilación de la lengua catalana condicionada sólo por el hecho de la reconquista”.

Ese “habla neolatina” que era la “lengua que hablaban aquellos moros que quedaron en Valencia y que ya no era el árabe”, ese “romance” no es otro que el “romanç valencià”, nuestra lengua valenciana existente siglos antes de la entrada de Jaime I en 1238 y que, como bien dijo en su día Germá Colón antes de rendir su filología al Becerro de Oro, de ninguna manera podía ser “rápidamente suplantada” por el supuesto “catalán” de los conquistadores que por su reducido número y escasa cultura difícilmente podían imponer una lengua que, a mayor abundamiento, aun no existía como tal.

El catedrático de Lengua y Literatura y Doctor en Historia, D. Leopoldo Penyaroja, miembro de la Real Academia de Cultura Valenciana y del Consell Valenciá de Cultura me contó la anécdota de que un día y en una de las sesiones del Consell Valenciá de Cultura le preguntó a Germá Colón por esta discrepancia entre sus primeras investigaciones y su posterior deriva catalanista. La contestación del eminente filólogo fue del todo punto “científica”: “Se encogió de hombros”.
— con Pompeu Fabra.

Argumento nº X contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)





ARGUMENTO Nº 10 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?
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Resulta indignante que digan que una persona que no sea filóloga no puede defender la originalidad e independencia de la lengua valenciana. Este reduccionismo nos llevaría a que en política sólo pudieran votar los que hemos estudiado ciencia política. Lo que les fastidia es que un servidor ponga sobre la mesa docenas de argumentos de los “otros” filólogos, historiadores, sociólogos, politólogos y juristas que estudian las diferentes dimensiones que tiene los idiomas. Para ellos la ciencia es solo suya y demonizan a cualquier, aunque sea filólogo, que no piense como ellos. Son como la Iglesia en sus tiempos más necios: “Hay una verdad absoluta, la tierra es plana y Galileo es un impostor”.

Pues eso, “otro” filólogo, y eminente romanista y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Mourelle de Lema, encontró en sus investigaciones en la Catedral de Valencia un documento que data del siglo XII escrito en romance valenciano. ¿Esto qué significa? Pues que el Reino de Valencia seguía bajo dominación musulmana, Jaime I no lo había conquistado y, según los catalanistas, la lengua catalana “aún” no habría llegado a nuestras tierras. ¿Y cómo es que está escrito en valenciano? Pues porque aquí, los mozárabes valencianos (cristianos que vivían bajo el régimen islámico valenciano) hablaban valenciano antes de que nos conquistara Jaime I.

El documento es el “Epistolare Valentinum” que contiene lecturas bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamento” que está escrito tanto en latín como en valenciano. Y esto no es nada extraño de la sociedad valenciana del siglo X, XI y XII ya que los cristianos valencianos en sus prácticas religiosas que eran mayoritariamente en latín (como lo ha sido hasta el siglo XX) compaginaban el uso de su lengua vehicular común, cotidiana y familiar que no era otra que el romance valenciano que hoy conocemos como lengua valenciana.

El uso del valenciano estaba tan extendido en la Valencia mora que incluso los poetas y literatos moros valencianos lo usaban en sus Jarchas desde el siglo X, 250 años antes de la llegada de Jaime I, como ya hemos visto en anteriores argumentos. Tal era ese uso y tan extendido estaba no sólo en la mozarabía cristiana que eran 60.000 almas frente a los 120.000 moros que usaban el árabe y el valenciano, que San Pedro Pascual escribió la Primera Biblia Parva en valenciano para una cristiandad que no había perdido su vitalidad pese a llevar 600 años bajo dominio musulmán.

Por esa misma razón el “Epistolare Valentinum” o “Les Planchs (lamentos) de San Esteve“ estaba escrito en valenciano y latín, para dar respuesta a una parte importantísima de la población que, además de ser cristiana, hablaba valenciano y rezaba en latín.

A partir del folio 161 aparece la epístola farsida que consta de paráfrasis en valenciano y notaciones gregoriana (en paréntesis) y que dice:
"(Lectio actuum apostolorum).Esta liço que legirem, dels fayts dels apostols la trayrem, lo dit sant luch recontarem, de sent esteve parlarem.

(In diebus illis).En aycell temps quant deus fon nat e fon de mort ressucitat, e puys el cel sen fon puiat, sent esteve fo lapidat.

(Stephanus autem plenus gratia et furtitudine faciebat prodigia et signa magna in populo).Anyats senyors pel qual raysó, lo lapideron lifelló, quan viron que deus en ell fo, e fes miracles per sondo”.

¿A que os suena esta lengua?. Creo que queda claro que si la Iglesia valenciana en la Valencia mora escribía en valenciano y latín se debía, sin ningún género de dudas, a que la población cristiana hablaba estos dos idiomas.

Los catalanistas, ante este documento hacen lo de siempre. Niegan la evidencia y dicen que es posterior, del siglo XIII, es decir de cuando en 1238 llegó Jaime I con 600 catalanes (franceses que hablaban un romance occitano) a conquistar Valencia. Si es así, ¿Cómo es posible que 600 soldados iletrados nos enseñaran a 200 mil valencianos y se extendiera de inmediato el uso del catalán en todo el Reino?

Argumento nº IX contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)


ARGUMENTO Nº 9 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?

Para introducir una PRUEBA más sobre la existencia en el reino moro de Valencia de la lengua valenciana entre los cristianos o mozárabes de los siglos XI y XII quiero hablaros de una figura extraordinaria: la del santo valenciano San Pedro Pascual autor de la “Biblia Parva” escrita en “romanç valenciá” o lengua valenciana en la segunda mitad del siglo XIII recién conquistado nuestro Reino por Jaime I.

San Pedro Pascual era hijo de una conocida familia cristiana de la mozarabía valenciana, esa que niegan los catalanistas que existiera. Su familia era conocida por sus obras piadosas de hospedería de mendigos y por mantener y costear el mantenimiento del Convento valenciano del Santo Sepulcro. Así eran las cosas en la Valencia del siglo XIII. Los 60.000 valencianos cristianos mantenían sus estructuras civiles, su religión y su cultura y lengua valenciana.

Apenas 10 años después de la entrada de Jaime I en Valencia, fue ordenado sacerdote San Pedro Pascual quien cursó estudios con el propio Santo Tomás de Aquino. Si bien inició sus estudios eclesiásticos en la Valencia mora los acabó en Paris. Jaime I lo nombró preceptor de su hijo D. Sancho hasta que el Papa Urbano IV lo nombró Arzobispo de Granada bajo dominación mora. Bonifacio VIII lo nombraría Arzobispo de Jaén 1297 poco antes de su muerte, el 6 de Enero del 1300, tras su detención, martirio y decapitación.

A lo que vamos ¿Por qué un sacerdote valenciano de mediados del siglo XIII escribe una Biblia en “romaç valenciá” o lengua valenciana? Pues por la sencilla razón que era la lengua de la sociedad cristiana valenciana o mozarabía. La lengua vehicular de comunicación oral y escrita entre todos los cristianos y muchos judíos y moros de la valencia anterior a la llegada de Jaime I. ¿Qué sentido tiene escribir una Biblia para un pueblo que, según los catalanistas, era todo moro y no quedaban cristianos o mozárabes? ¿Y qué sentido tiene escribir una biblia en valenciano si -según los catalanistas- aquí se hablaba sólo árabe?

La Biblia Parva y la Jarchas moras demuestran que la lengua de nuestro Reino había sobrevivido a la arabización hasta el punto de que la importancia del sustrato cristiano en la Valencia mora hacía que incluso los árabes escribieran parte de su obras en romance o lengua valenciana. Acordaros de la cita literal del poeta moro de Denia, Ibn Sida (1007-1066) cuando escribe, quejándose, en el prolec del “Kitab al-Muhassas” :“¿Y cómo no he de cometerlos yo [los errores] en tiempos tan alejados [de cuando el árabe se hablaba con pureza] y teniendo que vivir con personas que hablan romance [lengua valenciana]?”. Y Aún faltaban 200 años para la Conquista de Jaime I.


Argumento nº VIII contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)


ARGUMENTO Nº 8 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?

Para poder defender la existencia de la lengua valenciana antes de la llegada de Jaime I al Reino de Valencia y poder destruir, de esta manera, la teoría de que en Valencia se hablaba sólo árabe y que con la conquista llegaron catalanes y nos trajeron su lengua es importante retener varios conceptos:

1.- El reino moro de Valencia tenía una amplísima población mozárabe o cristiana que hablaba el romance o lengua valenciana antes de que llegara Jaime I.

Así pues, es falsa la teoría catalanista de que en Valencia no existían cristianos que hablaran valenciano y que mantenían su propia cultura y religión cuando Jaime I llega a Valencia en 1238. Con ello, lo que pretende el catalanismo es hacer desaparecer la preexistencia del valenciano o “romaç valencià” antes de la llegada de Jaime I. Según los catalanistas, tras 600 años de dominación musulmana aquí no quedaba ningún cristiano que hablara otra cosa que no fuera árabe y que con la llegada de Jaime I lo hizo también la lengua catalana. Esto es del todo punto falso.

El Dr. Hussein Mones, catedrático de Estudios Hispánicos en la Universidad de El Cairo afirma en su libro “Aldalusia Algarbia and Al Sharky” que al conquistar Jaime I el Reino moro de Valencia se encuentra con una población de 120.000 árabes, 65.000 cristianos mozárabes y con 2.000 judíos.

2.- Tal como demuestran los arabistas Amparo Cabanes Pecourt, catedrática de Historia Medieval y el Dr. D. Antonio Ubieto Arteta, también Catedrático de Historia, al entregar el rey moro Zayan las llaves de la ciudad de Valencia a Jaime I le dijo literalmente, según cuenta la crónica: «En la ciudad de Valencia conviven musulmanes, gente noble de mi pueblo, junto a cristianos y judíos. Espero que sepa gobernarlos para que continúen viviendo en la misma armonía y para que trabajen esta noble tierra conjuntamente. Aquí, durante mi reinado, salían procesiones de Semana Santa y los cristianos profesaban su religión con toda libertad, ya que nuestro Corán reconoce a Cristo y a la Virgen. Espero que usted conceda el mismo trato a los musulmanes de Valencia». Luego es falso lo que dicen los catalanistas que los cristianos, su lengua y cultura fuera exterminada e inexistente.

3.- Pero hemos de recordar que no es sólo la mozarabía la que mantenía su cultura, religión y lengua valenciana durante el reinado moro sino, incluso los más famosos y populares poetas moros usaban el valenciano en muchas de sus jarchas que, inicialmente escritas en árabe, siempre se remataban con las estrofas en romanç popular valenciá. Estamos hablando de una literatura hasta 250 años anterior a la llegada de Jaime I y la supuesta importación del catalán que, para mayor escarnio, no existía como tal por aquel entonces.

Esta es la gran prueba de la mentira catalanista: Existía una población cristiana que hablaba valenciano antes de llegar Jaime I. Y no sólo ellos, sino incluso los poetas moros que junto con su literatura árabe nos dejaron una literatura romance en lengua valenciana en los siglos IX, X, XI y XII. Mucho antes de que llegara Jaime I.

¡Ay mamá, meu al habib (el meu amat)
Vay-se e no més tornarad
Gar, ¡que faré yo, mamá
Lleixarad?
(Del poeta moro, Ibn Lubbun, Senyor de Morvedre (Sagunt) 1070, DC)

No me tangues, ay habib (amat meu)
No cara danyosa (No, cor danyós)
¡Basta!
A tot home refuse….
(Del poeta moro, Ibn Ryhaym, de Bocairent 1.100 DC)

Argumento nº VII contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)


ARGUMENTO Nº 7 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN
¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?
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En la obra “Persiles y Segismunda” (16 ...17) Miguel de Cervantes novela el viaje de peregrinos que viajan a Roma que hablan francés, italiano, polaco, castellano y valenciano; pero Cervantes no específica lo de “valenciano”, lo que ha dado pié a que la “pankada” nacionalista sentencie “científicamente” que no hay duda que se refería a la lengua catalana. Veamos pues si el autor en alguna otra de sus obras nos aclara a qué lengua iban dirigidos sus laudatorios.

En “Persiles y Segismunda” leemos que “cerca de Valencia...la hermosura de las mujeres y su extremada limpieza y graciosa lengua, con quien solo la portuguesa puede competir en ser dulce y agradable” (III, c.12). Prosiguiendo el peregrinaje a Roma: “al salir de Villarreal, una pastora valenciana...en su graciosa lengua” (Ibid.)

¿Se refería al catalán o al valenciano Cervantes cuando refería que era una lengua “graciosa, dulce y agradable”, sólo similar a la portuguesa? La hermenéutica, como decimos los abogados, nos lleva a sumergirnos en la dimensión sociológica de las lenguas hispanas de recién entrado el siglo XVII donde la lengua catalana carecía del prestigio que tenía la lengua valenciana que dos siglos antes de Cervantes había tenido su Siglo de Oro compitiendo en el tiempo sólo con el italiano y antes, incluso, que el castellano. En Cataluña tendrían que esperar aun a la llegada de su Renaixença en la segunda mitad del siglo XIX, 350 años después de la valenciana.

Cervantes, que no tenía el mínimo interés en defender un idioma valencia¬no que nadie cuestionaba, expone su admiración hacia el valenciano, detalle que no prodigó a otras lenguas. En el Quijote se refiere a la lengua catalana sin hacer mayor descripción y ninguna alabanza: “diciéndoles en lengua catalana (...) dijo en su lengua gascona y catalana” (Quijote. II.1615). Estas frases pertenecen al encuentro de los protagonistas de la novela con unos ladrones catalanes. Premonitorio Cervantes.

Pero no nos alejemos del motivo de este artículo:¿A qué idioma se refería Cervantes cuando habla de la “graciosa lengua, con quien solo la portuguesa puede competir en ser dulce y agradable”? Veremos que, sin duda alguna, a la lengua valenciana y no otra.

En 1615, los talleres madrileños de la viuda de Alonso Martín imprimían “La gran sultana, doña Catalina de Oviedo”; comedia ambientada en el serrallo de Constantinopla. Para singularizar y resaltar la personalidad de sus personajes Cervantes ofrece un abanico de dialectos y lenguas: la jerga del hampa, la jerigonza de ciegos, la bergamasca de Italia, la antigua de los griegos, la turquesca o morisca, la gascona de la Galia, la española, la vizcaína y la húnga¬ra; aunque a ninguna halaga con los adjetivos que otorgó a la dulce lengua valenciana. (*Ricart G. Moya)

Tras enumerar múltiples jergas y lenguas que no le merecen aprecio a Cervantes, aparecen estos versos: “Y si de aquestas le pesa, / porque son escabrosas (las lenguas), / mostraréle las melosas / valenciana y portuguesa” (Cervantes, Miguel de: La Gran Sultana, Doña Catalina de Oviedo. Imp. Viuda de Alonso Martín. Madrid, año 1615, v.1560).

Así que los precipitados y sesudos “científicos” catalanistas de dentro y fuera de nuestro Reino deben de reflexionar una vez más. Y leer. Pero leerlo todo, incluso lo que nos les conviene para ver que, aunque hagan caja defendiendo sus mentiras nacionalistas, también hacen el ridículo

Fals Penó de la conquesta (Juan Garcia Sentandreu)

DUMENGE, 9 D´OCTUBRE, DIA DEL REGNE DE VALENCIA.
“E nos fom en la rambla entre el reyal e la torra, e quam vim nostra senyera sus en la torra e descavalcam, e dreçam nos vers orient, e ploram en nostres ulls, besant la terra per la gran mercé que Deu nos havia feita.”
(JAUME I, Rei d´Arago, de Valencia, de Mallorca. Comte de Barcelona).

El 9 d´Octubre de 1238, Jaume I besava, mentimentres plorava, la terra que acabava de conquistar. Era la terra del solar del que despres sería el Real Monateri de la Trinitat, al principi del carrer Alboraya, vora riu. La vora o “rambla” de la que parla el Rei, junt al “reyal”, el Palau Real de Valencia ubicat en els actuals Jardins de Vivers o “del Real” que fins a eixe moment era la residencia o “Almunia” mora del Rei musulmà de Balansiya o Valencia. I en la “torra” del que despres sería el Palau del Temple (actual seu de la Delegacio de Govern) i en motiu de rendicio es penjà “la nostra senyera” que en aquell moment era de dos barres roges sobre fons de tres barres d´or*.

*El que es coneix com a “penó de la conquesta” i que es conserva en l´Ajuntament de Valencia es una falsetat del segle XVI. L´autentic Penó, desaparegut, arreplegaba l´autentica senyera d´Arago i que sería desde aquell moment l´escut de la ciutat en dos barres en conter de quatre. El vexilolec catalá Luis Domenech (1936) confirma que la senyera del conquistaor era la de dos barres roges sobre tres grogues en el seu llibre “Enseñas nacionales de Cataluña”. Lo mateix el historiaor valenciá, Ricart García Moya en el seu “Tractat de la Real Senyera valenciana”.

Argumento nº V I contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)



ARGUMENTO Nº 6 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN
¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?
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Para defender la independencia y originalidad del valenciano es muy importante retener estos conceptos básicos:

- La presencia de las tribus íberas en tierras valencianas desde el neolítico hasta la llegada del latín aporta una fonética propia y diferenciada que será asumida primero por el latín y luego por el Romance Valenciano. Esta fonética de raíz íbera es básica para diferenciarnos del catalán. Podremos tener muchas palabras parecidas –ambas provienen del latín- pero la fonética (los sonidos de la lengua) valenciana proviene del íbero cosa que no ocurre con el catalán. El filólogo castellonenese Josep Maria Guinot i Galán afirmó que la “existencia d’un substrat iberic deu ser considerada com un primer factor de diferenciacio (cultural i llinguistic) entre Valencia i Catalunya oriental”¨.

- Aunque sí perdurará la fonética, el proceso de romanización de la lengua ibera en Valencia va desde su fundación en el siglo II antes de Cristo hasta el siglo II después de Cristo. Los valencianos de entonces ya éramos bilingües porque la romanización no fue una ruptura con el íbero valenciano sino que este se mantuvo durante cuatro siglos hasta que se fundió definitivamente con el latín para formar el “romancium”. El filólogo de la Real Academia Española de la Lengua, Luis Fullana, escribió que “d´eixa mateixa llengua romana, o romà vulgar – d´eixe tronc, la llengua llatina, reconeguda baix el nom de Romancium, romanç, brollaren corpulents arbres en Galicia, Portugal, Castella, Aragó, Catalunya, Valencia i Mallorca, els quals gracies al incensant cultiu dels seus habitants, no tardaren res en transformar-se en atres tants arbres diferents, diferents en quant a la forma de les seues rames i el color de les seues fulles”.

- El romancium o latín valenciano no desaparecería con la llegada de los árabes a Valencia en el año 714 (dC) ya que se respetaría junto con el resto de manifestaciones culturales y religiosas de los valencianos. Así, el pueblo valenciano volvió a ser bilingüe y, aunque el árabe fuera la lengua oficial, la vitalidad del latín popular se mantuvo en todos los sustratos sociales de los mozárabes (cristianos) valencianos. El historiador Gómez Bayarri dice que “la pervivencia de mossaraps (cristianos que hablaban romance valenciano) en terres de Valencia es una costant, inclus despres de les incursions dels almoravits. Estos no serien condicio sine qua non per a la conservacio del romanç autocton valencià evolucionant en les terres valencianes.

Hechas estas puntualizaciones, dejamos claro que la fonética valenciana –que no tiene nada que ver con la catalana- procede originariamente del íbero valenciano y que sobrevivió a su fusión con el latín y luego a la del latín con el árabe. En segundo lugar. La teoría catalanista de que los árabes arrasaron el latín o romancium para imponer socialmente su lengua es, simplemente, mentira. La comunidad cristiana bajo el islam o mozarabía mantuvo su cultura, religión y lengua durante cinco siglos hasta la reconquista y la llegada en 1238 de Jaime I. La lengua hablada por los mozárabes valencianos era la lengua latina con la que se comunicaban, oían misa , hablaban y escribían. Era un latín arabizado con una fonética de sustrato íbero que los valencianos llamaban “romanç valenciá” por ser la lengua de la sociedad mozárabe valenciana.

MÁS TESTIMONIOS:

1.- La fuerza y vitalidad del “romanç valenciá” o valenciano antes de la llegada de Jaime I era de tal importancia que los poetas moros de finales y principios de milenio (siglo IX, X y XI –aún faltaban dos siglos para la llegada de Jaime I) se quejaban de la pérdida de su árabe culto al tener que convivir con la mozarabía. El poeta moro de Denia, Ibn Sida (1007-1066) escribe en el prologo del “Kitab al-Muhassas” :“¿Y cómo no he de cometerlos yo [los errores] en tiempos tan alejados [de cuando el árabe se hablaba con pureza] y teniendo que vivir con personas que hablan romance?” Ese romance no es otro idioma que la lengua valenciana.

2.- Cuando se produce la Conquista del Reino de Valencia por Jaime I en 1238 –aparte de los documentos escritos en valenciano incluso por los poetas moros (las jarchas moras estan en valenciano)- los primeros testimonios de la presencia del valenciano antes de la conquista son los Fori Antiqui Valentiae, Fueros otorgados a la Ciudad y Reino de Valencia por el rey Jaime I, redactados inicialmente en latín entre 1239 y 1240, y que recogen numerosas palabras en valenciano pues las leyes se dan para el pueblo que deben regir, incorporándose a los Fueros acepciones populares valencianas como: cequia, faneque, farina, carniceria, arroba, sucre, borra, pel, botes, drap, regalicia, regnes, ploma, etc.

La exigencia social de la comprensión del contenido de los Fueros, produjo la necesidad de su traducción a la lengua vulgar del pueblo al que iba destinado. Así, en un privilegio del 11 de abril de 1261 concedido por Jaime I, consta la celebración en Valencia de unas Cortes Generales que aprobaron la traducción general de los Fueros y Costumbres del latín al valenciano, traducción que, parece ser, se realizó en Valencia o Benifassà por tres sabios o Juristas letrados: Guillem, Vidal y Bernardo, convirtiendonse los Fori Antiqui Valentiae en Els Furs, en cuya redacción, tomó parte activa el rey Jaime I: "est fur arromança lo Senyor Rey", y en ellos se reitera la utilización del romance por parte del pueblo valenciano. "Los jutges en romanç diguen les sentencies...", "Metges axi fisichs com cirurgians les receptes que ditaran hajen a dictar en romanç declarant lo nom de les herbes en lur nom comu, e vulgar". Lógicas indicaciones por parte de los Fueros hacia los médicos, jueces y cirujanos para que los pacientes y acusados valencianos entendieran las recetas y sentencias en su propia lengua que no era otra que el “romanç valenciá” o “llengua valenciana”.

¿De dónde cabe concluir que nos trajeron el catalán las escasas tropas (600 soldados iletrados mayoritariamente) provenientes de la Marca Hispánica y sus condados –todavía súbditos franceses hasta 1258- a una población, la valenciana, cercana a los 200 mil habitantes mucho más culta, rica y numerosa?

¿En qué cabeza cabe que 600 soldados nos enseñaran su “romance” en tan pocos años y que Jaime I se refiriera al catalán cuando nos entregó los Fueros “arromançados” “ad linguam planam”?

Jaime I, además de incorporar a los Fueros muchas palabras valencianas definidoras de actividades, profesiones y lugares de nuestro Reino, cuando pide que se traduzcan al Romance o a la lengua llana o plana no puede estar refiriéndose al catalán por estas razones:

1.- El catalán no existía como tal. Los condados de la antigua Marca Hispánica francesa hablaban un romance derivado del latín con muchas aportaciones occitano-francesas que carecía de estructura, literatura, nombre y regulación alguna.

2.- Jaime I no puede referirse al catalán cuando dice que sean “arromançados” sus fueros “ad linguam planam” para que lo entiendan los valencianos cuando los Fueros son dados de inmediato a la conquista. ¿Tan pronto nos enseñaros “catalán” los 600 soldados franceses que no sabían ni qué idioma hablaban ellos?

3.- Las Jarchas moras y lo poetas moros y cristianos constatan la existencia de la lengua valenciana anterior en cientos de años a la llegada de Jaime I sostenida y mimada por la mozarabía valenciana que era bilingüe y hablaba árabe y valenciano. Es la literatura en “romanç valenciá” mucho antes de la reconquista y de la llegada de soldado alguno proveniente de una Cataluña aún inexistente..

4.- Nunca 600 soldados de fortuna hubieren podido “catalanizar” a la rica, culta y bilingüe sociedad valenciana que estaba a punto, casi de inmediato a la Conquista, de dar a España el primer siglo de Oro de las lenguas neolatinas: El Segle d´Or de la Llengua Valenciana

Expongo ahora mi opinión personal, Jesús Vila:

Esto es comparable a las actuales guerras de Afganistán o bien la de Irak. Según la tesis pancatalanista, ahora todos los árabes deberían de saber Inglés, cosa harto dificil, pues los soldados que allí se han desplazado son gente de armas, gente no docente, no preparada para enseñar nada que no sea su oficio, que es guerrear. Lo más lógico, y no quepa duda que igual ocurrió en Valencia, es que los soldados americanos, aprendiesen a parlotear el árabe para comunicarse con las gentes del lugar, y no al contrario. Es lógica pura. Atte: Jesús Vila Arsenal.


Argumento nº V contra la mentira de que el Valenciano proviene del Catalán (Juan García Sentandreu)


ARGUMENTO Nº 5 CONTRA LA MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN .

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?

LEED DETENIDAMENTE ESTE ARTÍCULO: “En l’àmbit territorial de l’actual Comunitat Valenciana…la denominació històrica de valencià ha coexistit amb la de català, documentada en determinades fonts valencianes i generalitzada en l’àmbit de la romanística i de la universitat valenciana de les últimes dècades”.

Esto lo dice la Academia Valenciana de la Lengua en su artículo 4 del dictamen normativo de 9 de Febrero de 2005. Lamentablemente, esta academia es la que tiene competencias lingüísticas en la Comunidad Valenciana al haberse aprobado por el Gobierno Valenciano en 1998. Con este artículo se elevan a la categoría de norma TRES MENTIRAS:

1.- LA DENOMINACIÓN DE CATALÁN para la lengua valenciana como “denominación histórica”. Miente la Academia Valenciana de la Lengua ya que la denominación histórica de la lengua valenciana a lo largo de siete siglos ha sido la de LENGUA VALENCIANA.

PRUEBAS:

- “...me atrevire expondre: no solament de lengua anglesa en portoguesa. Mas encara de portoguesa en vulgar valenciana: perço que la nacio don yo so natural sen puxa alegrar...” (Dedicatoria del TIRANT LO BLANCH. Joanot Martorell, Gandia 1413-1468)
- Joan Esteve, Venecia 1489, publicà el Liber Elegantiorum, 'escrit en latina et valentiana lingua'. El Liber Elegantiorum es el primer diccionari d´una llengua romanica.
- “Acaba la Biblia molt vera e catholica, treta de una biblia del noble mossen Berenguer Vives de Boil, cavaller, la qual fon trellada de aquella propia que fon arromançada, en lo monestir de Portacoeli, de llengua latina en la nostra valenciana”. (Traduccio de la Biblia de Bonifaci Ferrer. 1478).
-“La valenciana, graciosa lengua, con quien sólo la portuguesa puede competir en ser dulce y agradable”. (Miguel de Cervantes. 1547-1616)

2.- La categoría supuestamente científica de “LA ROMANÍSTICA” como si de una entidad científica se tratara. La “romanística” es un concepto genérico, universalista, con el que el catalanismo nacionalista pretende ahogar y silenciar las tesis de eminentes filólogos y expertos en romanística hispana que defienden sin ambages que la lengua valenciana es anterior a la lengua catalana.

PRUEBAS:

- “Es la lengua valenciana la primera lengua romance literaria de Europa, de cuyos clásicos no sólo aprendieron catalanes sino incluso castellanos” (Menéndez Pidal, filólogo).
- “ Pero es el caso que Valencia no quiere ser otra cosa que Valencia. Su lengua, la valenciana, difiere lo bastante de la catalana para poder permitirse gramática y vocabulario propios”. (D. Salvador de Madariaga, historiador).
- "Los dialectos de la lengua lemosina son la catalana, valenciana y mallorquina. La catalana ha recibido muchos vocablos de la francesa; y la valenciana, de la castellana…” (Gregorio Mayans Ciscar, historiador y lingüista).
- “ La existencia de un substrato iberico debe de ser considerada como un primer factor de diferenciación (cultural y linguístico) entre Valencia y la Cataluña oriental”¨. (Jose Maria Guinot y Galán. Doctor en Filología Románica)


3.- El carácter unitario del criterio en torno a la cuestión idiomática que impera en la Universidad. Los catalanistas sostienen que “la Universidad” dice que el valenciano no existe como tal. La Universidad, al igual que la Real Academia Española de la Lengua, no es un ente científicamente absoluto en la medida en que es un organismo o administración pública y su personalidad es estrictamente JURIDICA y NO CIENTIFICA. El carácter científico lo tendrán los especialistas en el estudio de las lenguas que la componen y que no son sólo los filólogos sino también los SOCIOLOGOS, HISTORIADORES, POLÍTOLOGOS, JURISTAS… que estudian las diferentes dimensiones científicas de las lenguas. El supuesto “criterio de la Universidad” sólo sirve para silenciar a aquellos académicos que sostienen que el catalán es posterior al valenciano.

PRUEBAS:

- “La noción de catalanismo como la lengua madre de la valenciana y de la balear es falsa históricamente. Las manifestaciones culturales baleáricas y valencianas son muy anteriores a las del catalán". (Torcuato Luca De Tena, miembro de la Real Academia Española de la Lengua. Septiembre de 1985)
- Articulo 1º del Real Decreto del 26 de Noviembre de 1926: “La Real Academia Española se compondrá de cuarenta y dos Académicos numerarios, ocho de los cuales deberán haberse distinguido notablemente en el conocimiento de las lenguas españolas distintas de la castellana, distribuyéndose de este modo: dos para el idioma catalán, uno para el valenciano, uno para el mallorquín, dos para el gallego y dos para el vascuence.”
- “El valenciano es la lengua hablada en la mayor parte del antiguo Reino de Valencia, y pertenece al grupo románico de las lenguas de inflexión indoeuropeas, hermana del castellano, francés, italiano, portugués y rumano”. P. Lluis Fullana, primer Académico de la Real Academia Española de la Lengua.

CONCLUSIÓN:

Con esto quiero demostrar que los argumentos catalanistas de que la “romanística” y la “universidad” dicen que el valenciano proviene del catalán son UNA GRAN MANIPULACIÓN ya que en el seno de las Universidades existen criterios opuestos y que uno u otro puedan ser más o menos preponderantes se deben a criterios políticos o de oportunidad .

FOTO: Bartolomé Torres Naharro fue un dramaturgo, poeta y teórico extremeño del Renacimiento, autor de Propalladia 1517. “Mas habéis de estar alerta, por sentir los personajes, que hablan cuatro lenguajes hasta acabar su rehierta. No salían de cuenta cierta, por latín e italiano, castellana y valenciano que ninguno desconcierta”.