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domingo, 30 de octubre de 2011

EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO EN LA NUEVA ESPAÑA (ROSA DE MORAILA escritora)



EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO EN LA NUEVA ESPAÑA

Si bien es cierto, el tratado de libre comercio que se establece entre México, los Estados unidos y Canadá, es el primero de su genero; también es cierto que, ya existió otro tratado de libre comercio hace más de dos siglos, cuando México era una colonia que formaba parte del Imperio Español y, que por lo tanto, será interesante conocer algunas de las consecuencias que genero a la Nueva España, no solamente en los renglones económicos sino también en social, cultural y político que de alguna manera dieron las condiciones para el nacimiento del México Independiente. Es decir , produjo cambios profundo que a corto y largo plazo cambiaron a la Nueva España en perjuicio de España que pierde la mayoría de sus colonias de América para beneficiar a Inglaterra que consolida su imperio y los Estados Unidos de Norteamérica, que se expanden en los territorios del este y sur de las trece originales colonias.


La Nueva España, que se inicia con la caída del Imperio Azteca (1521), dio auge y riqueza a España, ha pesar de la decadencia en todos lo ordenes en que había caído el Imperio Español. La riqueza que la colonia había enviado a España no la aprovechó puesto que produjo poco beneficio a los españoles y grandes perdidas a los súbditos coloniales.

Por el contrario, genero un alto grado de corrupción, ineficacia, atraso industrial, comercial y político a la propia España y muchos privilegios y riquezas a unos cuantos comerciantes que se aprovechaban de la carestía y que actuaban como agentes intermediarios de los comerciantes ingleses y holandeses, principalmente.

En la Nueva España, el puerto de Veracruz era el único autorizado para hacer el arribo de las naves que salían del puerto de Cádiz, único puerto autorizado para el comercio con la América Española y España, puesto que existía la prohibición para el uso de los otros puertos con que contaba esta colonia, pero también solamente podía comerciar a grande escala algunos comerciantes españoles que se agrupaban en un organismo monopólico denominado “ Consulado de México”, y que cada vez que llegaba la flota al puerto de Veracruz, sea personalmente o por medio de sus agentes, concurrían “ a la Feria de Jalapa”, en donde adquirían los cargamentos que cada vez mas esporádicamente llegaban de ultramar; además, estos mismo comerciantes adquirían las mercancías que una vez al año arribaba al puerto de Acapulco de las Filipinas, en el famoso galeón de Manila.


Toda la mercancía se concentraba en la ciudad de México, en las tiendas mayoristas que distribuían al interior del país. Es decir, todo el comercio exterior de la Nueva España era solamente por conducto de la Madre Patria y con la colonia española de Asia de las Filipinas, Estaba vedado comerciar la Nueva España con las demás colonias españolas de América del Sur y con mayor razón con los diferentes países europeos y sus colonias en América.

El comerciante mayorista organizado en el “Consulado de México”, tenia asimismo, comercio al menudeo, donde vendía cualquier cosa que pudiese dejar utilidades, no tenia empacho en poseer “tiendas mestizas” mas pequeñas, en las que vendía azúcar, cacao, aguardiente, verduras, velas y jabón; los mercaderes de México, además del control del mercado exterior consolidaron los mercados interiores, mediante un monopolio mercantil cerrado.



Los grandes comerciantes de la Nueva España, como sector productivo, se relacionan íntimamente con los altos grupos de poder de la sociedad colonial y de las diversas ramas de la producción, principalmente en el gobierno virreinal, a fin de garantizar su influencia, su estatus y poder. El comercio de México, fue la pieza fundamental de todo este tipo de reino y fuente que riega todas las herederas que le sustentan ya que controlaba la rama bancaria, haciendo prestamos al minero, al labrador, al ganadero, etc.; estos grandes mercaderes invirtieron en la minería, en la agricultura y la ganadería, asegurando con ello la circulación monetaria en beneficio del comercio exterior y , a la vez, los productos agrícolas y ganaderos los acomodaban en el mercado interno; no fue raro que la industria, la agricultura, la minería y la ganadería fueron continuamente deudores de los comerciantes, para después poco a poco adquirir el almacenero, la explotación directa como propietario de estas fuentes de producción ( minas, haciendas y estancias).

La aristocracia de la Nueva España, en su mayoría, estaba formada de estos ricos comerciantes, al permitírseles comprar los títulos de nobleza.



También los citados almaceneros controlaban el comercio con los indígenas por conducto de la autoridad real, a través de los alcaldes mayores, intervenían en los pueblos indios, como justicia, administrador colector de impuestos, de las alcabalas de la corona de España, pero el mayor beneficio lo recibía el Alcalde Mayor como agente comercial de los comerciantes de la ciudad de México. Todas estas cosas sucedieron durante el reinado de la familia Habsburgo.

El primer Rey de la casa de los borbones para remediar todos estos males, inicio el cambio del gobierno, tanto político, administrativo y económico. Para destruir el monopolio comercial en 1778 expidió la cedula del comercio libre, la corona española abolió al sistema de convoyes para el Atlántico, y puso fin al monopolio de Cádiz en el comercio con las colonias americanas, a partir de entonces, todos los puertos principales de la Península pudieron tener tratos directos con la Nueva España y las demás colonias de América del Sur, primero mediante licencias individuales y, después, a partir de 1789, sin restricción alguna.

Durante el decenio que se inicia en 1780, la colonia recibió una cantidad sin precedentes de artículos europeos, y al saturarse sus mercados en poco lapso de tiempo cayeron tanto los precios como las ganancias, cambio el mismo sistema de distribución, desapareció el monopolio de la ciudad de México y de Veracruz, que anteriormente no era mas que un puerto de transito, pronto contó con un grupo de comerciantes que despachaban sus mercancías directamente hacia el norte, haciendo a un lado a los almaceneros de la capital y tratando directamente con los comerciantes de las provincias. Surge a su vez una nueva especie de agentes viajeros que compraban en Veracruz, vendiendo en donde encontraron mayor demanda del producto , sin embargo, al comprar al mayor la mercancía de importación, la cual la mayor de la veces a crédito, se le cobraba un rédito mucho mas gravoso del 15 por ciento en comparación al 5 por ciento anual interno que cobraba la iglesia; es decir, la ganancia no quedo en la Nueva España, sino a favor de los extranjeros que aparente de la ganancia por la venta de la mercancía, también recibía la del crédito.



En la Nueva España como el resto de las demás colonias, al lado de la autoridad nombrada por la corona española, se encuentra otro pequeño grupo de gran poder social, económico y político que compartían el poder en beneficio propio, como lo era la Iglesia, los comerciantes organizados en el consulado y los hacendados, fue por eso que, la forma borbónica del Libre Comercio, en ultima instancia, destruyo a estos grupos de poder, por lo que sus consecuencias posteriores fueron la lucha entre el gobierno imperial y los nuevos comerciantes formados con el Tratado de Libre Comercio, llevando así a la Nueva España y a las demás colonias de América a independizarse de España.


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