Una canción, una nana, un arrullo, un recuerdo, un volver a descansar en tu regazo.
Reproductor: My Black rose. Adrian Von Ziegler
El niño arquero es un romance que se encuentra incluido en el Facsimil "Ramillete de varias flores poéticas" en el cual se incluyen obras de Jacinto de Evia, de su maestro de retórica el padre Antonio Bastidas y Carranza, su compañero Hernando Dominguez Camargo y de un Jesuita de nombre desconocido.
Está incluido en un conjunto de Romances y Sonetos dedicados a la familia sagrada de Jesús, que van desde su nacimiento, como el que nos ocupa, hasta villancicos al estilo Español con la profecia de su muerte.
El Ramillete se editó en 1675 y marcó una época en la historia literaria de Ecuador, con sus profundas huellas emulando a Luis de Góngora
La iniciativa de formar y editar el Ramillete es sin ninguna duda de Jacinto de Evia. El Ramillete marcó una época en la historia de las letras de Ecuador, se publico bajo solamente el nombre de Evia para ahorrarle a Bastidas el engorro de obtener las licencias necesarias, dada su condición de Jesuita.
Otros escritos de Evia fueron: La novela "El sueño del cielo" y las elegías "A la temprana muerte de Don Baltasar Carlos, Principe de España" y la de la "Desaparición de la Reina Doña Isabel de Borbón".
También compuso algunos villancicos al estilo "Español" de la antigua usanza, de los cuales os voy a poner uno después del romance del niño arquero, que son una delicia.
Dame una limosnita
Niño bendito,
dame las buenas Pascuas
en que has nacido.
Niño de rosas,
dale a la gitanita
paga de glorias.
También compuso versos eróticos y burlescos. donde imitó a "Francisco de Quevedo y Villegas"
Y hasta llegó a glosar la Elegía Décima de Ovidio en octosílabos
Aquí os dejo un enlace al facsimil completo.
Ramillete de varias flores poéticas, recogidas y cultivadas en los primeros abriles de sus años
Este romance entra dentro del conjunto versos que el autor dedica al nacimeinto de nuestro señor, siendo especialmente dulce y delicado este, pues es cuando la virgen está a punto de parir a Jesús.
Romance del niño Arquero.
Al intento del mesmo nacimiento
Romance
No me hieran tus flechas,
oh hermoso Niño,
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
Glosa:
No me hieran tus flechas,
oh hermoso Niño,
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
A contemplar la hermosura
de ese rostro tan divino,
desarma el rigor amante
el corazón más esquivo:
por el arco de esa gruta
rayos y flechas admiro,
mas ¿qué mucho si las tira
el que es sol y el que es Cupido?
No me hieran tus flechas,
oh hermoso Niño,
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
Ardor duplica al oriente
este sol recién nacido,
no es prodigio, pues su Madre
rayos le ministra activos:
¿a qué obstinación no postran
arpones tan bien unidos?
las manos pone MARÍA,
y JESÚS asesta el tiro:
No me hieran tus flechas,
oh hermoso Niño,
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
No sólo rinden sus ojos
al que los mira lucidos;
pero también avasalla
al aire de sus suspiros:
arco le ministra el labio,
cuerdas nacaradas hilos,
que al dividirse en dos partes
hiere a un tiempo con dos tiros.
No me hieran tus flechas,
oh hermoso Niño,
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
de ese rostro tan divino,
desarma el rigor amante
el corazón más esquivo:
por el arco de esa gruta
rayos y flechas admiro,
mas ¿qué mucho si las tira
el que es sol y el que es Cupido?
No me hieran tus flechas,
oh hermoso Niño,
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
Ardor duplica al oriente
este sol recién nacido,
no es prodigio, pues su Madre
rayos le ministra activos:
¿a qué obstinación no postran
arpones tan bien unidos?
las manos pone MARÍA,
y JESÚS asesta el tiro:
No me hieran tus flechas,
oh hermoso Niño,
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
No sólo rinden sus ojos
al que los mira lucidos;
pero también avasalla
al aire de sus suspiros:
arco le ministra el labio,
cuerdas nacaradas hilos,
que al dividirse en dos partes
hiere a un tiempo con dos tiros.
No me hieran tus flechas,
oh hermoso Niño,
porque es muy corta hazaña
para un rendido.
Después de este bello romance os pongo un dulce y bello villancico a la antigua usanza Española, que también es una delicia.
Trata de la bienaventuranza que le hecha una gitanilla a Jesús en el pesebre instantes después de haber nacido:
Dícese la buena ventura de Cristo
Dame una limosnita
Niño bendito,
dame las buenas Pascuas
en que has nacido.
Niño de rosas,
dale a la gitanita
paga de glorias.
Si me das la mano,
Si me das la mano,
Infante divino,
la buenaventura
verás que te digo.
Miro aquí la raya,
Miro aquí la raya,
que muestra que aún niño
verterás tu sangre,
baño a mis delitos.
Serás de tres reyes
Serás de tres reyes
Rey reconocido,
y a este mismo tiempo
de un rey perseguido.
En tu propia patria,
En tu propia patria,
con ser el Rey mismo,
vivirás humilde,
vivirás mendigo.
Dame una limosnita,
Dame una limosnita,
Niño bendito,
dame las buenas Pascuas
en que has nacido.
Miro esa otra raya,
Miro esa otra raya,
que es de tu martirio,
morirás en Libra,
si naciste en Virgo.
Tendrás corta suerte
Tendrás corta suerte
aun de los amigos,
pues de un paniaguado
te verás vendido.
A los treinta y tres,
A los treinta y tres,
¡oh con qué prodigios!,
dejarás la vida,
de amores rendido.
Si el Cruzado leño
Si el Cruzado leño
fuere tu cuchillo,
cuchillo de palo
cortará tus bríos.
Dame una limosnita,
Dame una limosnita,
Niño bendito,
dame las buenas Pascuas
en que has nacido.
Sencillamente: Sublime
Atte: Jesús Vila
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