Para ti Rom

Your dying Heart by Adrian von Ziegler on Grooveshark

martes, 17 de abril de 2012

Leda enamorada

Michael Parkes


Histoire D'o by Franck Pourcel on Grooveshark

Toi encore Léda
belle surprise par Zeus
le dieu qui cherche ta bouche
et tend vers toi son col ardent
de brûlure invisible sous la neige
tu vacilles au bord du plaisir dans l’abandon

Te voilà prise
dans le marbre
ivre de la lutte
qui te
submerge

Poema: Angè le Paoli



Scindia - Museo de Gwalior



Un súbito empujón:
las grandes alas baten
sobre la atónita doncella,
muslos acariciados
por oscuras membranas, atrapada la nuca por su pico,
el indefenso pecho contra su pecho oprime.

Poema: William B. Yeats,

Fran Recacha

En la mitología griega Leda, era una hija de Testio y esposa de Tindáreo de Esparta, era otra de las amantes humanas de Zeus. Cuando caminaba junto al río Eurotas, fue violada por Zeus, transformado en cisne y fingiendo ser perseguido por un águila. Esa misma noche yació con Tindáreo. Como consecuencia, puso dos huevos de los cuales nacieron cuatro hijos: Helena, Pólux (inmortales, presumidos hijos de Zeus) y Clitemnestra y Cástor (mortales, supuestos hijos de Tindáreo). Sin embargo, se considera a Pólux y a Castor gemelos, conocidos como los Dioscuros. Leda luego es divinizada por Némesis, la diosa del castigo justo. 

En las versiones más antiguas, Leda simplemente encuentra un huevo en donde está el germen de Helena, hija de Zeus y Némesis. En ese relato, Némesis trata de escapar de Zeus mediante la metamorfosis, convirtiéndose en distintos animales para poder escapar del dios. Pero Zeus hace exactamente lo mismo y compensando cada cambio con el suyo propio, hasta que finalmente ella se convierte en una oca y él la viola en forma de cisne. Pone luego el huevo en un pantano en donde lo encuentra Leda. 

En otras versiones, Zeus transformado en cisne y fingiendo estar en peligro, se refugia en el seno de Némesis y luego la viola. Hermes pone el huevo en los muslos de Leda para que sea ella quien lo "alumbre".


 Esculturas: Zeilanov

Cegada con la luz de un cisne
que seduce con su mirada
Leda desnuda su cuerpo
Con el ave amada.

Silenciosos sus gemidos
son barcas que al mar no alcanzan
y duermen junto a la arena
sus lagrimas calladas.

En el atardecer
el cisne vuela al Olimpo,
Leda despierta ya es noche
para la reina de Esparta.

Dos huevos por romper
a las orillas del alba
serán los hijos de Zeus
y una mortal engañada.

Poema: Jeús


Calidos muslos de zafiro temprano
extasiada tu mirada color aceituna,
abre sus alas a la bella luna
con los arpegios de un oculto piano

Abundante copa de nectar soberano,
su lujuria derramada como laguna
libidinosa criatura de la fortuna
el cisne entre tus piernas dirijes con la mano

Entre tus labios la sonrisa aflora,
ensortijados besos robados en la alborada
soberbia desnudez, es tentadora
que provoca acariciar tu piel dorada.

Sensual amante con tu voz cantora
canta mi Leda, grácil tu tonada
pues Zeus se ira con la aurora
despues de dejarte bien amada

Salve, Leda. Lejana próxima.
Hija y hermana. Madre luminosa.
Libertad apresada en la torpeza del alma.  

Tuvo que ser un dios, exuberante,
volcán en erupción, 
disfrazado de amante,
quien a él sin pudor tu cuerpo entragaste

Poema: Jeús


El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.

Y luego en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata bañado de sol.

Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.

Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van,
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.
 
Poema: Rubén Dario

El parto de Leda Reina de Esparta. (Jean Miller)

Triomphante Léda tu affirmes tes formes lisses
tes fesses harmonieuses attisent le regard
qui se prend à rêver de l’amant
effleurant de son aile désirante
ton corps en mouvement
et ta hanche
en suspens

Poema: Angè le Paoli

No hay comentarios:

Publicar un comentario