Para ti Rom

Your dying Heart by Adrian von Ziegler on Grooveshark

viernes, 23 de septiembre de 2011

La isla de San Borondón.

Mapa de Pizigani 1367

La misteriosa isla de San Brandán

La Isla Brasil es una isla fantasma situada en algún lugar del océano Atlántico y conocida de diversas formas desde su primera aparición en la mitología irlandesa, alguna vez identificada con la isla de San Brandán.

En el mapa de Pizigani de 1367 con el nombre de isla de Braçir es triple; en mapas posteriores se conocerá con los nombres de Braxil, Brazille y otras variantes, con las que llegará todavía al mapa de Jefferys, publicado ya en el siglo XVIII. En el controvertido mapa de Vinlandia, se identifica con la isla de San Brandán situada frente a las costas de Francia: «Magnæ insulæ Beati Brandani Branziliæ dictæ».

En 1498 Pedro de Ayala, embajador de los Reyes Católicos ante la corte inglesa, informaba de que desde hacía siete años buscaban la isla navíos ingleses.

Tales expediciones pudieron de hecho iniciarse hacia 1480, en relación con la búsqueda de caladeros de bacalao. También hablaba de esas expediciones hacia 1498 John Day, un mercader inglés, en carta dirigida probablemente a Cristóbal Colón, donde afirmaba que los marinos de Bristol habían llegado a ella, situándola por tanto en el Atlántivo Norte, próxima a Terranova y en relación con las expediciones de Juan Cabot.

Se dice que fue descubierta por los portugueses a su llegada a Brasil tras el descubrimiento de América, aunque el primer nombre que dieron al territorio del actual Brasil fue el de «Terra Sanctae Crucis». Según ellos, su posesión colonial estaba separada del resto del continente suramericano por los ríos Orinoco, Paraguay, Río Paraná y Río de la Plata, pretendiendo así todos los territorios encuadrados entre tales ríos. Esta denominación fue mantenida prácticamente hasta mediados del siglo XVIII. Se cree que los habitantes de estas islas tenían una forma de vida muy avanzada a la de la época, y consideraban a los irlandeses, franceses, y británicos como salvajes. Un día la isla desapareció al parecer por un tsunami, ya que se hundió.

Ahora vamos con la nuestra, la que mucha gente dice haber visto, entre la niebla, aparecer y desaparecer, cuna de leyendas y de mitos arcanos. No es otra que la isla de San Borondón en nuestro archipiélago Canario.


La Isla de San Borondón
Mito, leyenda, tradición y misterio oceánico que deambula errante por los mares de La Palma. En el año 480 de la Era del Señor nació Brandán en Irlanda. Desde muy joven entra en la orden benedictina. Cuentan que un día que navegaba en busca de tierras que evangelizar, cuando el crepúsculo se apoderaba de la noche, encontró una isla. Los navegantes saltaron, a esa supuesta tierra firme a descansar de jornadas en un mar tenebroso y desconocido.

El silencio y la oscuridad atrajeron a los marineros que se entregaron al sueño, mientras, Brandán rezaba, observaba el cielo y el camino de los astros, hasta que se dio cuenta que lo que creía por tierra firme se movía hacia Oriente. Con el alba reunió a sus compañeros y les dijo: “no dejemos de dar gracias al Soberano y Dueño de todas las cosas, a este Dios cuya Providencia nos ha preparado en medio de los mares un nuevo bajel que no tiene necesidad ni de nuestras velas, ni de nuestros remos”. Estaban navegando sobre el lomo de una gran ballena.

El viaje continuó lentamente durante 40 días, por mares abiertos y confiado en la Divina Providencia. Por fin la ballena, a la cual llamaban Jasconius, les arribó a una isla exuberante, altanera, con alegres cantos de mirlos y otros pájaros desconocidos, aguas de mar cristalinas donde los peces de mil colores jugaban con la espuma. Todo era quietud, paz, soledad en esa isla de limpias arenas negras, surcada por riachuelos, con extraños carneros, poblada de ricos frutos y de gratos aromas. ¿Sería el Paraíso? Siete años la habitaron. Y a ese paraíso de isla la leyenda le puso el nombre de San Barandán o San Borondón.

Y el mito y el misterio siguió corriendo los siglos, hasta que el mismísimo Cristóbal Colón en su diario de abordo anotaba el 9 de agosto de 1492 juraban muchos hombres honrados “…que cada año veían tierra al Oeste de las Canarias, que es al Poniente; y otros de La Gomera afirmaban otro tanto con juramento”. Y el almirante puso rumbo al poniente, por donde aparecía San Borondón, en busca de tierras firmes. La isla aparece y desaparece llamando a navegantes y aventureros. Se hicieron expediciones en su busca que afirmaban haber estado en ella. Errante, viajera, inestable y misteriosa. Una veces la han visto por el poniente de La Palma, más al norte o al sur, entre El Hierro y La Palma, otras frente al Puerto de Tazacorte.

Los palmeros continúan mirando al horizonte en busca de esa isla de aves y plantas exóticas, seres extraños, arroyo cristalinos, aromas dulces, tiempos apacibles y frescos, nieve en el reino del aire, mar limpio repleto de peces de mil tonalidades, gigantescos dragos que parecen dragones, montañas de formas redondas, barrancos abismales.¿Será La Palma la misteriosa y mítica isla de San Borondón y la otra, que aparece y desaparece en el horizonte, un espejismo?.

El caso es que hay mucha documentación de avistamientos y expediciones saliendo en su busca, que paso a exponeros aquí más o menos cronológicamente:
Según los “testigos” que dicen haber visto la isla, normalmente la sitúan en extremo occidental del archipiélago, entre las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro. Hay relatos desde siglos que narran la aparición de dicha isla, de la visión por muchos testigos y de su posterior desaparición, mientras otras personas atribuyen la extraña aparición debido a alguna acumulación de nubes en el horizonte o a un fenómeno de espejismo.La leyenda de San Borondón llegó a adquirir tal fuerza en Canarias que durante los siglos XVI, XVII y XVIII se organizaron expediciones de exploración para descubrirla y conquistarla, incluso Leonardo Torriani, ingeniero encargado por Felipe II para fortificar las Islas Canarias, a finales del siglo XVI, describe sus dimensiones y localización y aporta como prueba de su existencia las arribadas fortuitas de algunos marinos a lo largo del siglo XVI.

Los relatos acerca de esta isla adquirieron tanto renombre en tiempos pasados que son muchos los viajantes y marineros que hacen mención de diferentes formas referente a su existencia.

En el siglo XIII existen dos cartografías que hacen mención a San Borondón. Hacía el año 1234, Marcos Martínez, en el planisferio de Ebstorf menciona “Isla Perdida. San Brandón la descubrió, pero nadie la ha encontrado desde entonces”

La otra mención se encuentra en el Mapamundi de Hereford, hacia el año 1275, el texto dice “las seis Islas Afortunadas o Islas San Brandon”

También otros mapas medievales hacen alusión a San Borondón, como son los de Pizzigano (1367), Weimar (1424), Beccari (1435), Toscanelli (1467) Cazorla, Torriani o Pedro Agustín del Castillo (1686)


En este punto no se puede dejar de mencionar que Cristóbal Colón en su diario de abordo, el día Martes 25 de Septiembre de 1492 deja claramente escrito que vieron tierra en las siguientes coordenadas “Gueste, y que fuesen todos al sudeste adonde avía parecido la tierra. Avrían andado aquel día al Gueste 4° leguas y media, y en la noche al sudeste 17 leguas…”(textual)

El diario del Almirante Colón indica que todos los marinos se subieron al mástil mayor para ver la tierra y pese a estar hasta la noche tratando de divisar esta visión de tierra que muchos vieron, desapareció, no lograron localizar esa tierra anunciada por Martín Alonso, lo sabemos hoy en día gracias al detalle de Colón de anotarlo, ya que las coordenadas indicarían que estaban cerca donde habitualmente los testimonios son mayoritarios respecto a la visualización de San Borondón.


- En 1526 se realizó una expedición a cargo de los vecinos de Gran Canaria, Francisco Álvarez y Hernando de Troya.

- En 1556 un portugués de nombre Roque Núñez, sus hijos y un cura palmero llamado Martín Araya viajaron desde La Palma hacia San Borondón, dicen las crónicas que estuvieron muy cerca de la isla, pero una discusión sobre quien debería desembarcar primero, los hizo desistir del intento.

- Se vuelven a repetir intentos infructuosos los años 1569 y 1570, Este último año tiene una gran recopilación de testimonios gracias al Gerente de la Real Audiencia de Canarias, Hernán Pérez de Gando. Este año fue muy intenso en testimonios sobre San Borondón, siendo uno de los principales el aportado por el experimentado piloto natural de Setúbal (Portugal) Pedro Vello, quien aseguró haber desembarcado en la misteriosa isla junto a dos marinos más, debido a una gran tormenta. Su descripción es de una tierra con aguas aptas para beber, arroyos limpios, logro ver una pequeña cruz incrustada en un árbol, observo vacas, ovejas, y cabras pastando tranquilamente. Debido a las inclemencias del tiempo volvió a embarcar sin sus dos compañeros. A su regreso, cuando la tormenta amainó le fue imposible encontrar la isla donde había estado.

- En el año 1604 la pareja formada por Gaspar Pérez de Acosta y Fray Lorenzo de Pinedo también les fue esquiva la suerte de encontrar la misteriosa isla.

- La última expedición en búsqueda de San Borondón fue protagonizada por el Capitán General de Canarias Juan Mur y Aguirre en el año 1721, debido a nuevos testimonios oculares en la isla de El Hierro y La Palma, así como la aparición en las playas de estas islas de misteriosas frutas y vegetaciones desconocidas. Al frente de esta aventura estaba el Capitán Gaspar Domínguez y los frailes franciscanos Pedro Conde y Francisco de Cristo, pero tampoco hubo éxito en la búsqueda de San Borondón.

Hay observaciones en los años 1802 (Mayo) 1865 (Octubre)

- Año 1936, estos acontecimientos los dejaremos para un apartado independiente a continuación.

- Año 1948, testimonio de la Sra. Illiní, desde la Pirámide en Breña Baja (La Palma)

- Año 1953 (Agosto)

En los tiempos modernos que corren no están ausentes de testimonios adaptados a nuestra tecnología moderna. Es así como en el año 1958, el prestigioso periódico español ABC publicó una foto que muestra una supuesta isla que podría ser San Borondón. La foto fue obtenida por Manuel Rodríguez Quintero vecino de los Llanos de Aridane quien junto a otros vecinos logró una foto a la distancia bastante vaga y poco clara.



Existe un testimonio del año 1983 por parte de Julia León, hermana de una familia de artistas españoles que conjuntamente con una amiga desde las proximidades de Fuencaliente, (La Palma) al sureste, vieron, una isla entre las islas de La Gomera y la del Hierro. Su observación duro más de dos horas y no interpretar ni entender su visión, pues aquel lugar observado siempre había sido nada más que mar, nada más. Sus apreciaciones son que era una isla similar a la de La Gomera, con frondosidad, aunque dejaron ver también la posibilidad de un fenómeno óptico o espejismo en el mar. Al día siguiente al observar el mismo lugar desde la misma posición la extraña silueta de la isla había desaparecido.






El paso del tiempo añade nuevos elementos a esta leyenda es así como el día 5 de Julio de 1991 y el 1 de Marzo de 1992, dos embarcaciones tipo Jet-Foil (sobre colchones de aire) de la compañía Transmediterránea chocaron con algo invisible en aguas donde están las coordenadas donde se supone que esta la misteriosa y esquiva isla de San Borondón. Estas coordenadas que son: 10 grados y 10 minutos de longitud y a 29 grados y 30 minutos de latitud a 100 leguas de la isla de El Hierro y 40 leguas de La Palma, según datos del cronista Juan de Abreu Galindo. Una de las embarcaciones, llamada Princesa Teguise, dejaron constancia que a 25 kilómetros de tierra, a eso de las 12,30 horas “chocamos contra algo indeterminado que era invisible”. La coalición causó 19 heridos. Las investigaciones posteriores no dieron resultados positivos sobre que cosa choca el Princesa Teguise. Se habló del choque con un gran cetáceo que se había puesto en el camino del barco, pero no se encontraron indicios de sangre ni restos parecidos. Terminadas todas las investigaciones y al paso del tiempo la pregunta si el Princesa Teguise chocó con San Borondón, más de alguien la comenta disimuladamente.

Fuentes:
Avalón - Enigmas y misterios
Otras fronteras
Hemeroteca diario ABC.

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