Para ti Rom

Your dying Heart by Adrian von Ziegler on Grooveshark

martes, 20 de septiembre de 2011

Thule: La isla perdida.

Thule o Tile

Igual que existe la leyenda de que la Antártida estuvo un día libre de hielo y quizá llegase a estar habitada, exis­ten también otras leyendas que hablan de una civilización que algún día pobló las tierras del norte, ahora enterradas bajo muchos metros de hielo:
las de Thule, Numinor e Hiperbórea.

Egerton Sykes, en la página 20 de su Dictio­nary of non-classical mythology, contempla la posibilidad de que la leyenda vikinga de Fimbulvetr el «espantoso invierno» desencadenante de los desastres épicos de Ragnarok y la caída de los dioses del Valhalla-- refleje un acontecimiento histórico:
la destrucción de una civiliza­ción prehistórica que habría poblado las regiones boreales poco antes de la Era Glacial' .

Resulta interesante preguntarse si el mapa de los hermanos Zeno muestra lo que pudo haber sido el conti­nente perdido de Thule, una tierra legendaria situada al norte y citada por historiadores griegos y romanos:
Piteas (Sobre el océano, siglo IV a. C.).
Diodoro Sículo (Biblioteca histórica, siglo I a.C.),
Estra­bón (Geografía, siglo I a.C.) y
Procopio (Historia de la guerra contra los godos, siglo IV d.C.).

Mapa de los hermanos Zeno

Cuestionado por muchos historiadores, en el año 350 a.c. Piteas demostró la existencia de tierras habitadas al norte de las islas británicas y que el mar se helaba más arriba.

Piteas nació en el siglo IV en Massalia (Marsella), que entonces era la colonia griega más próspera del Mediterráneo occidental. Sin embargo, Piteas tenía más del valiente Ulises de Ítaca que de mercader heleno. Se propuso cruzar los límites del mundo conocido y llegar hasta el lugar de donde procedían el estaño y el ámbar, el preciado mineral y la resina fósil que los griegos compraban a intermediarios. Pero no le animaba la riqueza, sino el descubrimiento científico. Hacia el año 340 a.c fletó su propio navío y viajó por donde ningún otro griego lo había hecho antes.

Pytheas
Recorrió el litoral de Iberia y Celtia, cruzó el canal de la Mancha y pasó a las islas británicas, a las que llamó Prettanike. Comerció estaño con sus gentes y ellas le hablaron de Thule.

Piteas quiso ver aquella tierra con sus propios ojos y, tras circunavegar Prettanike puso proa al norte y llegó hasta Thule, la última de las tierras habitadas, según él. En sus notas, explica que los pobladores carecían de cultivos y se alimetaban de mijo, hierbas, frutos silvestres, raíces y leche, y fabricaban una bebida con trigo y miel. En Thule, continúa, "pasan cosas maravillosas que suenan a imposible: en el solsticio de verano, el día dura siempre y la noche no existe, las leyes de la naturaleza dejan de funcionar, el mar y la tierra se mezclan y se confunden, blancas plumas llenan el aire"...


Los habitantes de Thule le dijeron: "Si todavía continúas remando otro día más con rumbo norte, econtrarás el mar sólido". También quiso ir a verlo: "Más allá no había ni mar, ni tierra, ni aire, sino una mezcla de todas esas cosas, como un gelatina marina, o de medusas", escribió. Entonces, dio media vuelta y regresó.

Para muchos autores, lo que Piteas trata de describir con esta mezcla de elementos en forma de medusa es el hielo marino, concretamente el “pancake ice”, o “galletitas” de hielo que se forman en la superficie marina al iniciarse su congelación. Aquí las vemos:



Durante la época en que Alejandro Magno alcanzaba las montañas del Pamir y la India, Piteas ampliaba el orbe conocido por el mundo clásico hasta casi el Círculo Polar Ártico. Además de viajero y navegante, fue un buen astrónomo y un gran observador; fue el primero que calculó la latitud de Massalia; explicó las mareas y su relación con las fases de la luna; que la estrella Polar no ocupa exactamente el Polo Norte o eje del glob; y aplicó las progresiones aritméticas de la astronomía babilonia en su cálculos. Sus conocimientos fueron fundamentales para muchos geógrafos y astrónomos posteriores. Por tanto, hay motivos para darle crédito cuando emplaza Thule a 66º norte, muy cerca de la zona glacial, correspondiendo con la latitud de Islandia.

Piteas explica que la isla está a seis días de navegación desde el norte de Britania, un hecho que también coincide con la realidad de la isla de hielo. No obstante, muchos historiadores opinan que no llegó tan lejos y que su Thule podrían ser las islas Shetland, las Feroe o incluso la costa noruega frente a Bergen.

Mucho se ha especulado en estos dos milenios sobre la localización de Thule. Para algunos, se trataría de las islas Feroe, y para otros de Islandia. Sin embargo, hasta 1200 años después del viaje de Piteas no hay constancia de asentamientos humanos en Islandia, por lo que esta opción parece descartable. Además, el tramo de océano abierto a realizar desde las Feroe hasta Islandia parece excesivo para una embarcación de poco calado e impulsada principalmente a remo, diseñada para la navegación costera en el Mediterráneo.

La teoría más extendida es que Thule sería el nombre que Piteas dio a algún punto de la costa noruega situado a unos 64ºN, posiblemente en las inmediaciones de la actual Trondheim. La navegación hasta allí es difícil, pero no parece tan descabellada como la ruta a Islandia. En cuanto al hielo marino en esta teoría, Piteas se habría referido a él de oídas, pero sin tener la ocasión de navegar junto a él o verlo con sus propios ojos. No obstante, aceptando esta teoría resulta extraño que los habitantes de la costa noruega dijeran a Piteas que el hielo comenzaba a un día de navegación al norte, pues en el mar de Noruega es muy extraña la presencia de hielo marino, salvo quizá excepcionalmente en algún fiordo protegido.


En este mapa podemos ver la posible ruta de Piteas, situando Thule en la costa noruega:


Viajando desde la costa noruega hacia el noroeste, es posible encontrarse con el hielo ártico a la deriva al aproximarse al mar de Groenlandia, en las inmediaciones de Islandia o de la isla Jan Mayen. Pero la distancia a recorrer exige más de un día de navegación. Por este lado, Islandia tendría más posibilidades de ser la Thule visitada por Piteas, aunque ya hemos visto que hay otros datos que la descartan.



Otras posibles rutas planteadas, teniendo en cuenta la opción islandesa, aunque parece la más descartable:

Desde Islandia o, más probablemente, desde Noruega, aparentemente Piteas regresó a las costas británicas completando la circunnavegación de esta isla y estimando su perímetro con bastante precisión.

En su ruta, quizá al regresar de Thule o tal vez tras completar la circunnavegación de Gran Bretaña, Piteas también visitó la costa del mar del Norte junto a la actual Dinamarca, y se discute si atravesó el estrecho de Skagerrak para entrar también al mar Báltico. Tanto en la costa del mar del Norte, (en inviernos fríos) como en el Báltico (en inviernos normales) Piteas quizá también tuviera la oportunidad de ver por si mismo el mar helado, cuya descripción pudo quizá añadir al hielo ártico al que se referían los habitantes de Thule.

Piteas describió su viaje en el libro “Sobre el océano”, aunque la última copia del mismo se perdió en el incendio final de la Biblioteca de Alejandría. Nos han llegado fragmentos suyos a través de las citas y referencias de otros autores clásicos como Estrabón, Plinio, etc, en muchos casos teñidas de incredulidad.
Ya que nadie creyó las afirmaciones de este avezado explorador de la antigüedad. Los historiadores que le sucedieron lo tildarían de charlatán y fabulador, aunque numerosas generaciones disfrutaron con los relatos de sus viajes, considerados cuentos procedentes de la fértil imaginación del navegante. A pesar de todo, Píteas fue el primer griego que desembarcó en Gran Bretaña y realizó una descripción detallada de la isla y sus pobladores, y quizá también fue el primero en aproximarse a las costas de Noruega, territorios entonces más allá del mundo cartografiado.

Aunque Píteas era frecuentemente citado por historiadores griegos, cayó en el descrédito; la situación la resumen estas afirmaciones de Estrabón (63 a.C.) que refiere sobre el asunto: “Píteas nos dice que Thule –que en aquella época se consideraba la región más al norte del mundo y aún no descubierta—se halla a un día de navegación del mar helado –presumiblemente, el Atlántico Norte–… y esto lo ha visto Píteas con sus propios ojos o, por lo menos, así nos lo quiere hacer creer (…)”
Un retrato del eminente geógrafo Estrabón, quien desconfiaba de los relatos de Píteas y sus pretendidos descubrimientos

También hay otra teoria que relaciona a Thule con la mítica Avalón de las crónicas Artúricas. (Ávalon o Avalón es el nombre de una isla legendaria de la mitología celta en algún lugar de las islas Británicas donde, según la leyenda, los manzanos dan sabrosas frutas durante todo el año y habitan nueve reinas hadas, entre ellas Morgana. En un principio se creía que la palabra Ávalon era una adaptación de la palabra celta Annwyn o Annuvin, que designa al legendario reino de las hadas, pero, ya en el siglo XII, Geoffrey de Monmouth pensaba que el nombre deriva de la traducción de "isla de las manzanas". Esto es altamente probable, debido a que, en el idioma bretón, manzana se dice aval, y en idioma galés se dice 'afal' (con la pronunciación de la "f" como "v").
Avalón también fue llamada Ynys Witrin, que significa Isla de Cristal.)

 Las increíbles luces del Norte, que cada año atraen a cientos de afortunados viajeros: Como casi todo en estas tierras e islas del Norte, la esperanza y expectación de lo maravilloso ha inflamado la imaginación de muchos. En los confines de este lejano y misterioso marco geográfico se alza esta tierra de leyenda llamada Thule.


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